Tiene un nombre tan difícil de recordar como complejos e intrincados son los paisajes que dibuja y azaroso su recorrido vital, profesional y académico. Este arquitecto, artista y diseñador nació en Nigeria y acabó viviendo en Brooklyn, donde tiene hoy su campo de operaciones, después de licenciarse por la Universidad de Cornell (Ithaca, NY) especializándose en aplicaciones digitales para arquitectura. En su trabajo sobre el territorio urbano, especula y crea a través del color, la yuxtaposición de elementos dispares, para reflexionar sobre las políticas del espacio y las posibilidades del reciclaje y el hackeo de elementos urbanos para dar lugar a nuevas realidades. Se sirve de todo tipo de técnicas, con especial énfasis en las posibilidades que permite la tecnología a la hora de generar paisajes imposibles. Su aproximación estética, caótica, llamativa, sugerente, nos recuerda al trabajo de gente como FactoryFifteen. Llama la atención la energía que desprenden sus obras, muchas de ellas centradas en una nueva mirada al continente africano del siglo XXI. También el desparpajo de sus deconstrucciones, la belleza de unos paisajes que no sabemos si están en ruinas o son el siguiente estadio en la evolución de un continente que ya ha sido menospreciado por la mirada occidental durante demasiado tiempo.
Aquí os dejo una pequeña muestra de su trabajo, que podéis complementar acudiendo a su página web.